Memorias de un adicto a la Coca Cola

Este corto de animación me ha encantado, no sólo por la gráfica tan bien planteada en tres colores sino porque me siento «algo» identificada…  No me considero adicta como el protagonista que cuenta en la historia que se bebía una media de siete latas al día, en mi caso suele ser una (o dos) de Coca Cola Light.

No me gusta el café, así que, sin intentar justificar mi vicio por la dosis de cafeína que me aporta esta bebida o lo bien que sientan las burbujas con mucho hielo (verano e invierno), lo cierto es que disfruto bebiéndola y sí que la echo en falta si no la tengo a mano. No me provoca problemas de salud ni mono (creo) dejar de tomarla unos días, supongo que porque también bebo mucha agua e infusiones.

He oído de todo y nada nuevo: te vas a quedar sin dientes, acabarás con los huesos descalcificados, prueba a meter un hueso de pollo en CocaCola y verás como se vuelve chicle, cuidado con los edulcorantes… Vale es cierto, es un producto artificial, que no aporta nada y que además nunca será comparable al agua.

En esta historia el protagonista lo deja claro, facturas de dentista, migrañas y un gran número de problemas provocados por su adicción. Está en inglés, pero merece la pena disfrutarlo tanto por el mensaje como por las ilustraciones y animación, tan minimalista y a la vez tan impactante.

Coke Habit from Dress Code on Vimeo.

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